El carbón activado es ampliamente utilizado para la decoloración de vinos y mostos debido a su capacidad para adsorber impurezas y compuestos indeseables. Aquí te explicamos cómo utilizarlo de manera efectiva:
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Selección del Carbón Activado: Utiliza un carbón activado de calidad alimentaria, diseñado específicamente para la industria del vino.
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Dosificación: La dosis típica varía entre 0.5 y 2 g/L, dependiendo del nivel de coloración y las impurezas presentes. Es recomendable realizar pruebas preliminares.
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Preparación: Disuelve el carbón activado en una pequeña cantidad de agua o mosto para formar una suspensión homogénea.
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Aplicación: Añade la suspensión al vino o mosto, asegurándote de mezclar bien para una distribución uniforme.
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Tiempo de Contacto: Deja actuar el carbón activado durante 24 a 48 horas, luego filtra el vino para eliminar el carbón y las impurezas adsorbidas.
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Filtración y Clarificación: Utiliza filtros adecuados para remover todo el carbón activado y obtener un vino claro y brillante. Si obstruye el filtro es necesaria una clarificación para arrastrar al fondo las pepitas, gomas y proteínas que pueda tener el vino.
Con estos sencillos pasos, puedes mejorar significativamente la calidad visual y gustativa de tus vinos y mostos, asegurando un producto final que deleite a tus clientes.
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